En el corazón de la Regio VI de Pompeya, encontramos las Termas Stabianas y la Casa de Diana, dos lugares que ofrecen una ventana a la vida cotidiana y la arquitectura residencial de la antigua ciudad.

Las Termas Stabianas son uno de los complejos termales más antiguos y mejor conservados de Pompeya. Este complejo era un centro de vida social, donde los pompeyanos iban no solo para bañarse, sino también para socializar, discutir asuntos y relajarse. Las termas están compuestas por varias secciones, incluyendo el frigidarium (sala fría), el calidarium (sala caliente) y el tepidarium (sala templada). Cada sala estaba diseñada para ofrecer una experiencia diferente, con suelos calefaccionados, sistemas de calefacción por hipocausto y frescos decorativos.

Las termas eran accesibles tanto para hombres como para mujeres, aunque en áreas separadas o en horarios distintos. Las instalaciones también incluían un gimnasio, donde los ciudadanos podían hacer ejercicio y mantenerse en forma. Las decoraciones de las termas, incluyendo mosaicos y frescos, reflejan la importancia de estos lugares en la vida cotidiana y cultural de Pompeya.

Junto a las Termas Stabianas se encuentra la Casa de Diana, una residencia privada conocida por su gran peristilo y las pinturas murales bien conservadas. Esta casa recibe su nombre de un relieve que representa a la diosa Diana, encontrado en su interior. El peristilo, un amplio patio interno rodeado de columnas, era el corazón de la casa y un lugar de encuentro para la familia y los invitados.

Las paredes de la Casa de Diana están decoradas con frescos que representan escenas mitológicas y naturalistas, realizados con gran maestría y colores vivos. Las habitaciones estaban dispuestas alrededor del peristilo, ofreciendo privacidad y tranquilidad a sus habitantes. La casa es un excelente ejemplo de cómo los pompeyanos vivían y decoraban sus viviendas, combinando confort y estética.