El palacio es ahora un refinado hotel que conserva el encanto de su pasado aristocrático. Al pasear por sus jardines, se encontrarán inmersos en una oasis de tranquilidad, rodeados de plantas exóticas, flores coloridas y fuentes ornamentales. Estos jardines representan un rincón de paz, ideal para un paseo relajante o simplemente para sentarse y disfrutar del paisaje.

En el interior, los huéspedes pueden descubrir los interiores suntuosos que reflejan la opulencia de la vida cortesana. Los salones, las habitaciones y las decoraciones conservan el encanto de una época pasada, con muebles elegantes y detalles arquitectónicos que hablan de una historia rica y cautivadora.

Consideren cómo este palacio fue una vez un centro de actividad política y social durante el reinado de Murat. Imaginen las cenas suntuosas, las discusiones políticas y los eventos sociales que una vez animaron estos espacios. El Palacio Murat no es solo un hotel de lujo; es una pieza viva de la historia de Positano.