Audioguía Española - Casa del Salone Nero
Audioguía Española - Casa del Salone Nero
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La Casa del Salón Negro es una vivienda conocida por su excepcional estado de conservación y por los frescos de gran valor artístico que nos ofrecen una ventana a la vida cotidiana de los antiguos romanos. La casa toma su nombre de su ambiente principal, el “salón negro”, así llamado por las paredes oscuras decoradas con frescos y motivos geométricos, que crean una atmósfera única y sugestiva.

Entremos en la casa. La disposición de los ambientes refleja la típica estructura de las viviendas romanas, con habitaciones que dan al atrio central. Este atrio, que servía como el corazón pulsante de la casa, era un lugar de encuentro y socialización para la familia y los invitados. Observen los restos del pavimento de mosaico, que muestran la habilidad artesanal de los antiguos artesanos.

A la izquierda del atrio encontramos el salón negro. Las paredes están decoradas con frescos que representan escenas de la vida cotidiana, divinidades y motivos florales, todos en excelente estado gracias a la rápida sepultura de la casa durante la erupción del Vesubio en el 79 después de Cristo. Estos frescos no solo embellecían la casa, sino que también comunicaban el gusto y el prestigio del propietario.

Procediendo hacia las habitaciones laterales, podemos observar el larario, un pequeño espacio dedicado al culto de los antepasados y de las divinidades protectoras de la casa. Aquí se encuentran pequeñas estatuas y altares, símbolos de la religiosidad doméstica de los antiguos romanos. El larario representaba un aspecto importante de la vida cotidiana, ya que los habitantes rezaban por la protección y la prosperidad de su familia.

Continuando nuestro recorrido, llegamos a la cocina, un ambiente que refleja los hábitos culinarios de la época. Pueden notar las características estructuras para la cocción de los alimentos y los restos de utensilios, que cuentan historias de convivencia y preparación de comidas.

Por último, no olvidemos mencionar el jardín. Aunque hoy está reducido a ruinas, en su momento fue un lugar de belleza y tranquilidad, donde la familia podía retirarse para disfrutar de la naturaleza. A menudo estaba ornamentado con plantas, flores y, a veces, fuentes, haciendo el ambiente aún más fascinante.

La Casa del Salón Negro no es solo una vivienda; es un tesoro arqueológico que nos permite explorar la vida y la cultura de los antiguos romanos. Cada rincón, cada fresco y cada restauración cuentan una historia de vida, de arte y de resistencia en el tiempo.