Audioguía Española - Scavi di Oplontis
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Bienvenidos a las Excavaciones de Oplontis, un sitio arqueológico extraordinario situado en la moderna ciudad de Torre Annunziata, a los pies del Vesubio. Oplontis formaba parte de una zona residencial de lujo durante la época romana, célebre por sus suntuosas villas aristocráticas. Este sitio, sepultado por la erupción del Vesubio en el 79 d.C., es particularmente conocido por la espléndida Villa de Poppea, perteneciente a la segunda esposa del emperador Nerón, y la Villa B, una residencia de uso comercial.

Las excavaciones de Oplontis representan uno de los testimonios más ricos y bien conservados de la vida cotidiana y del lujo en la antigua Roma, ofreciendo una ventana a una época lejana, inmersa entre el esplendor y la tragedia.

La Villa de Poppea, una de las obras maestras del sitio, es un ejemplo perfecto de villa d'otium, una residencia destinada al relax y a la vida mundana, en lugar de a la producción agrícola. Este espléndido complejo residencial cubre aproximadamente 10,000 metros cuadrados, convirtiéndola en una de las villas más grandes y lujosas descubiertas en la zona vesuviana.

La villa es célebre por sus frescos extraordinariamente bien conservados, que reflejan la riqueza y el gusto refinado de la aristocracia romana. Estos frescos, que pertenecen al denominado Segundo Estilo Pompeyano, representan escenas mitológicas, naturalezas muertas y paisajes exóticos, creando una atmósfera elegante y sugerente. Las habitaciones de la villa están organizadas alrededor de un gran peristilo, un jardín interno rodeado por un pórtico con columnas, que ofrecía a los habitantes una agradable área para el relax y las actividades al aire libre.

Uno de los aspectos más fascinantes de la Villa de Poppea son sus frescos. Las paredes están cubiertas de vivas decoraciones que representan una variedad de sujetos, incluyendo figuras mitológicas como Hércules y Dionisio, naturalezas muertas de frutas y flores, además de paisajes idílicos. Estas decoraciones no solo adornan los espacios habitables, sino que también dan una idea de la sensibilidad estética romana y de la importancia atribuida al arte y a la belleza en las residencias aristocráticas.

En particular, en los comedores y en los salones de representación, los frescos crean una ilusión de apertura hacia jardines exuberantes y paisajes exóticos, con columnas pintadas y escenas fantásticas. Estas pinturas, hoy famosas en todo el mundo, nos permiten imaginar cómo debió ser vivir en un entorno tan refinado.

El triclinio, la sala de comedor de la villa, es uno de los ambientes más importantes, ya que aquí se celebraban los banquetes y las cenas oficiales. Los antiguos romanos atribuían gran importancia a las comidas como momento de socialización, y el triclinio era el lugar donde se reunían los huéspedes para disfrutar de las delicias ofrecidas por la familia propietaria. Las paredes del triclinio están decoradas con frescos elaborados que representan escenas de banquetes y celebraciones, subrayando la importancia de la gastronomía en la vida social.

La Villa B, un edificio contiguo, era una residencia destinada a la actividad comercial. Aquí se encontraban almacenes y habitaciones que servían a la producción y a la venta de productos, lo que revela la faceta más pragmática de la vida en Oplontis. A través de las excavaciones, han surgido numerosos hallazgos, incluidos artefactos cotidianos y objetos de uso doméstico, que atestiguan la vida de los antiguos habitantes.

El sitio de Oplontis no solo se limita a la arquitectura y los frescos, sino que también proporciona información valiosa sobre la vida cotidiana de los antiguos romanos. Los estudios de los hallazgos han permitido comprender cómo eran las actividades diarias, las relaciones sociales y las costumbres de la élite en la época imperial.

Las excavaciones son una verdadera ventana al pasado, que nos permiten vivir la historia y la cultura del mundo romano en su máxima expresión. Cada rincón de Oplontis cuenta una historia, cada fresco nos habla de un mundo que, aunque distante, sigue teniendo un eco en la cultura y en la sociedad modernas.

El sitio arqueológico de Oplontis ha sido objeto de un importante trabajo de conservación y restauración para preservar su valioso patrimonio. Hoy, es un lugar visitado por turistas de todo el mundo que desean sumergirse en la vida de la antigua Roma y explorar las impresionantes ruinas de esta villa aristocrática.

Además de su relevancia histórica y arqueológica, Oplontis es también un lugar que despierta emociones. Pasear entre las ruinas, contemplar los frescos y los jardines, y percibir el eco de una civilización que fue, resulta una experiencia única e inolvidable.

Las excavaciones de Oplontis son, por tanto, un testimonio fascinante de un pasado glorioso, y continúan siendo un lugar de estudio, admiración y exploración para las futuras generaciones. Aquí, entre las ruinas de la villa de Poppea, se respira la historia, se vive la cultura y se celebra la grandeza de la antigua Roma.